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Anibal Atayde

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DE HUMOR Y TALENTO INNATO

Con un carisma envidiable desde la primera vez que regaló una sonrisa al mundo, se ganaba el corazón de propios y extraños con sus cautivadoras anécdotas, sus gestos hilarantes y sus filosos comentarios. Lo anterior le abrió muchas puertas y le brindó entrañables y abundantes amigos. Aurelio desde muy pequeño mostró una inagotable curiosidad por las disciplinas circenses, mostrándose curioso en los entrenamientos de los miembros mayores de la familia, así como de los demás artistas de la compañía. Dada su facilidad de palabra, conseguía que le enseñaran hasta los más reacios maestros circenses, siendo sus principales maestros su padre y su hermano, ambos de nombre Manuel; los cuales le prestaron las bases que potenciaron su inigualable talento humorístico. Aunque es cierto que en alguna ocasión confesó haberse inspirado en el trabajo humorístico de Octavio Tay y de Charlie Chaplin.

Podrá parecer redundante, pero su talento como payaso fue tal, que sus contemporáneos, así como la prensa especializada en su momento, lo reconocieron como el mejor payaso de México. Sin dudas, su estilo augusto pero elegante fue un parte aguas de la comedia circense y ciertamente se erigió como un símbolo de la familia y de la tradición familiar. Por otro lado su labor y liderazgo como payaso lo llevó a ser el director de payasos dentro del circo de la familia por muchos años.

Fuera de la pista, su trabajo como circense tal vez no sea tan renombrando, pero es igual de significativo. Motivado por la admiración que provocaba su carisma, fue designado publicista, y posteriormente, influenciado por quienes lo rodeaban, se lanzó a la aventura como productor artístico asociándose con muchos de ellos. En otras palabras, era tal la admiración y alegría que despertaba en los demás, que todo mundo buscaba trabajar con él.

Finalmente, fue tan grande la influencia de Aurelio Atayde, que se convirtió en la figura típica del payaso en todos los espectáculos de la familia, de igual forma su imagen fue la carta de presentación del circo familiar durante varias décadas.

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DE HUMOR Y TALENTO INNATO

Con un carisma envidiable desde la primera vez que regaló una sonrisa al mundo, se ganaba el corazón de propios y extraños con sus cautivadoras anécdotas, sus gestos hilarantes y sus filosos comentarios. Lo anterior le abrió muchas puertas y le brindó entrañables y abundantes amigos. Aurelio desde muy pequeño mostró una inagotable curiosidad por las disciplinas circenses, mostrándose curioso en los entrenamientos de los miembros mayores de la familia, así como de los demás artistas de la compañía. Dada su facilidad de palabra, conseguía que le enseñaran hasta los más reacios maestros circenses, siendo sus principales maestros su padre y su hermano, ambos de nombre Manuel; los cuales le prestaron las bases que potenciaron su inigualable talento humorístico. Aunque es cierto que en alguna ocasión confesó haberse inspirado en el trabajo humorístico de Octavio Tay y de Charlie Chaplin.

Podrá parecer redundante, pero su talento como payaso fue tal, que sus contemporáneos, así como la prensa especializada en su momento, lo reconocieron como el mejor payaso de México. Sin dudas, su estilo augusto pero elegante fue un parte aguas de la comedia circense y ciertamente se erigió como un símbolo de la familia y de la tradición familiar. Por otro lado su labor y liderazgo como payaso lo llevó a ser el director de payasos dentro del circo de la familia por muchos años.

Fuera de la pista, su trabajo como circense tal vez no sea tan renombrando, pero es igual de significativo. Motivado por la admiración que provocaba su carisma, fue designado publicista, y posteriormente, influenciado por quienes lo rodeaban, se lanzó a la aventura como productor artístico asociándose con muchos de ellos. En otras palabras, era tal la admiración y alegría que despertaba en los demás, que todo mundo buscaba trabajar con él.

Finalmente, fue tan grande la influencia de Aurelio Atayde, que se convirtió en la figura típica del payaso en todos los espectáculos de la familia, de igual forma su imagen fue la carta de presentación del circo familiar durante varias décadas.