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Anibal Atayde

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DE DISCIPLINA Y DIVERSIDAD CIRCENSE

Aurelio Atayde Arteche (El Caballero) (hijo de Aurelio Atayde Guízar) sobresalió como un excelente artista y empresario circense. Se cuenta que sus actos de barras, pulsadas y bicicletas no tenían igual, así como su destacado talento musical. De igual forma era reconocido por su porte, su clase y la magnética personalidad que lo caracterizaban.

Aurelio desde muy chico sintió gran atracción por los actos de barras al presenciar de primera mano el talento de Domingo Cárdenas (reconocido barrista mexicano), al que sin mayor dilación le pidió que lo entrenara. Tras entrenar larga y exhaustivamente, logró preparar un acto que lo llevaría a conocer el mundo y a ser reconocido como el mejor barrista de su época. Sus hermanos Andrés (quien tuvo un Record Guinness) y Patricia, motivados por el esfuerzo y la inspiración que Aurelio les despertaba, decidieron aprender barras para posteriormente armar un acto grupal que los inmortalizaría. Los tres fueron reconocidos como una de las mejores troupes de barristas en el mundo. Incluso representaron a México como gimnastas en las olimpiadas de París de 1924.

Posteriormente durante la gira por Sudamérica, Aurelio tras un viaje a Estados Unidos comenzó a implementar medidas de funcionamiento circense que presenció en el circo Ringling. Lo cual levantó la imagen del circo así como la espectacularidad de las funciones. A su vez, propuso dividir la compañía en dos circos, de forma que facilitara cubrir la ruta con menos costos y mayor tiempo de preparación para cada lugar. Dicha forma de trabajo ha sido sello del funcionamiento del circo familiar casi hasta la fecha.

Cuando se encontraba en el circo, también fungía como Director Artístico y de Pista. Su trabajo como tal, resultó en base del manejo de pista que hasta la fecha se sigue tomando en los espectáculos de la familia, así como de otros compañeros circenses. En los momentos que no estaba en el circo, se encargaba de viajar por el mundo en busca de artistas y actos que enriquecieran el espectáculo familiar. Aurelio Atayde, gracias a su mente emprendedora y extravagante, citó a la familia para que lo ayudaran a recibir un acto nuevo que había conseguido en Inglaterra. Mayúscula fue la sorpresa de todos cuando el simple “acto” que llevaba, resultó en un circo completo que incluía zoológico, el cual ayudó a expandir y renovar el espectáculo. Finalmente es reconocido como uno de los pilares de la generación que cimentó las bases de la tradición circense familiar.

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DE DISCIPLINA Y DIVERSIDAD CIRCENSE

Aurelio Atayde Arteche (El Caballero) (hijo de Aurelio Atayde Guízar) sobresalió como un excelente artista y empresario circense. Se cuenta que sus actos de barras, pulsadas y bicicletas no tenían igual, así como su destacado talento musical. De igual forma era reconocido por su porte, su clase y la magnética personalidad que lo caracterizaban.

Aurelio desde muy chico sintió gran atracción por los actos de barras al presenciar de primera mano el talento de Domingo Cárdenas (reconocido barrista mexicano), al que sin mayor dilación le pidió que lo entrenara. Tras entrenar larga y exhaustivamente, logró preparar un acto que lo llevaría a conocer el mundo y a ser reconocido como el mejor barrista de su época. Sus hermanos Andrés (quien tuvo un Record Guinness) y Patricia, motivados por el esfuerzo y la inspiración que Aurelio les despertaba, decidieron aprender barras para posteriormente armar un acto grupal que los inmortalizaría. Los tres fueron reconocidos como una de las mejores troupes de barristas en el mundo. Incluso representaron a México como gimnastas en las olimpiadas de París de 1924.

Posteriormente durante la gira por Sudamérica, Aurelio tras un viaje a Estados Unidos comenzó a implementar medidas de funcionamiento circense que presenció en el circo Ringling. Lo cual levantó la imagen del circo así como la espectacularidad de las funciones. A su vez, propuso dividir la compañía en dos circos, de forma que facilitara cubrir la ruta con menos costos y mayor tiempo de preparación para cada lugar. Dicha forma de trabajo ha sido sello del funcionamiento del circo familiar casi hasta la fecha.

Cuando se encontraba en el circo, también fungía como Director Artístico y de Pista. Su trabajo como tal, resultó en base del manejo de pista que hasta la fecha se sigue tomando en los espectáculos de la familia, así como de otros compañeros circenses. En los momentos que no estaba en el circo, se encargaba de viajar por el mundo en busca de artistas y actos que enriquecieran el espectáculo familiar. Aurelio Atayde, gracias a su mente emprendedora y extravagante, citó a la familia para que lo ayudaran a recibir un acto nuevo que había conseguido en Inglaterra. Mayúscula fue la sorpresa de todos cuando el simple “acto” que llevaba, resultó en un circo completo que incluía zoológico, el cual ayudó a expandir y renovar el espectáculo. Finalmente es reconocido como uno de los pilares de la generación que cimentó las bases de la tradición circense familiar.